martes, 4 de marzo de 2008

8 DE MARZO"CARTA DE UNA MADRE"



Queridos todos: Me voy. Volveré cuando sepáis dónde están guardadas las bolas de naftalina, cuando nuestra casa ya no tenga secretos para ninguno de vosotros, cuando seáis capaces de descifrar los códigos de
los botones de la lavadora, cuando logréis reprimir el impulso de llamarme a gritos si se acaba la pasta de dientes o el papel higiénico. Volveré cuando estéis dispuestos a llevar conmigo la corona de reina de la casa. Cuando no me necesitéis más que para compartir.

Ya sé que me echaréis de menos, estoy segura. También yo a vosotros, pero sólo desapareciendo podré rellenar los huecos que vuestro cariño me produce... Sólo podré estar segura de que verdaderamente me queréis cuando no tengáis necesidad de mí para comer o para vestiros o para lavaros o para encontrar las tijeras. Ya no quiero ser la reina de la casa, estoy harta, me he cansado de tan gran responsabilidad y he caído en la cuenta de que si sigo jugando el papel de madre súper no lograré inculcaros más que una mentalidad de súbditos. Y yo os quiero libres y moderadamente suficientes y autónomos.

Ya sé que vuestro comportamiento conmigo no es más que un dejarse llevar por mi rutina; también por eso quiero poner tierra por medio. Si me quedo, seguiré poniéndoos todo al alcance de la mano, jugando mi papel de omnipresente para que me queráis más.

Sí, para que me queráis más. Me he dado cuanta de que todo lo que hago es para que me queráis más, y eso me parece tan peligroso para vosotros como para mí. Es una trampa para todos.

Palabra de honor que no me voy por cansancio, aunque sea una lata dormirse todas las noches pensando en la comida del día siguiente y hacer la compra a salto de mata cuando vienes del trabajo y, a la larga, pesa mucho la manía de ver siempre un velo de polvo en los muebles cuando me siento un rato en el sofá, y la perenne atracción hacia la bayeta y la cera. Pero no es sólo por eso. No. Tampoco me voy porque esté harta de poner la lavadora mientras me desabrocho el abrigo ni porque quiera estar más libre para hacer carrera en mi trabajo. No. Hace ya mucho tiempo que tuve que elegir una perpetua interinidad en mi profesión porque no podía compatibilizar una mayor dedicación mental al trabajo profesional con la lista de la compra. Me voy para enseñaros a compartir, pero sobre todo me voy para ver si aprendo a delegar.

Porque si lo consigo, no volveré nunca más a sentirme culpable cuando no saquéis notas brillantes o cuando se quemen las lentejas o cuando alguno no tenga camisa planchada que ponerse.

La culpa de que sea imprescindible en casa es sólo mía, así que desapareciendo yo por unos días, os daréis cuenta vosotros de que la monarquía doméstica es fácilmente derrocable y quizá yo pueda aprender la humildad necesaria para ser, cuando vuelva, una más entre la plebe.

Cuando encontréis la naftalina no dejéis de avisarme. Seguro que para entonces yo también habré aprendido a no ser tan excesivamente buena. Puede ser que ese día no nos queramos más, pero seguro que nos querremos mejor. Besos. Mamá.
C. de Santos - "Ser Humano"
Qué tenemos que decir? Después de leer con responsabilidad esta carta y reflexionar, no sólo para comprender las verdades que se cuentan en ella y escribir en los comentarios opiniones, sino para tomar una postura que implique cambios en nuestras conductas diarias.
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Actividades para el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente no se si es el instinto o qué, pero es que nos gusta ser imprescindibles, que nuestros hijos nos vean como supermadres, que saben donde está todo.
En mi caso, la cosa está muy compartida, por eso aunque sea tirar piedras sobre mi tejado, quiero también reconocer el papel tan participativo que muchos padres desempeñan en la educación y la crianza de sus hijos.
Ya sé, por el año pasado, que en el cole se da mucha importancia al Dia de la Mujer Trabajadora, pero quería con este mensaje llamar la atención de los educadores/as para que también se acuerden del Dia del Padre.
Emilia, a ver si puedes transmitir esto a los niños. No debería ser necesario un Dia de la Mujer Trabajadora si se valorase cada día, con división de las tareas, lo que supone trabajar fuera y dentro de casa. Ojalá nuestros hijos/as no tengan que celebrar este día con sus hijos.

Saludos,
Yaye

mercedes dijo...

Emilia,

Antes de comenzar con mi opinión déjame decir que el comentario de Yaye me parece muy adecuado, y que si transmitir a los niños el valor del trabajo de la madre es importante, no menos lo es el del padre.

En cuanto a la Carta de la Madre, seguro que no la hubiera escrito nunca yo. Con el cargo de conciencia que como muchas madres tengo por estar siempre de avión en avión, lo del marcharme nunca lo usaría como ameneza, incluso aunque fuese metafórica. Cierto que la máma de la carta tiene razón en muchas de sus críticas, pero para muchas -y aunque para tantas otras no sea justo decirlo- te aseguro que es un lujo eso de que "se te quemen las lentejas".

Dame unos añítos más que seguro que cambio de opinión y me identifico con la de la carta.

Saludos a todos.
M.

Anónimo dijo...

Por supuesto que estoy por una sociedad que base sus relaciones en la igualdad, la solidaridad, el respeto y la tolerancia. Pero sobre todo por una sociedad que potencie en las personas la capacidad de pensar y decidir por si mismas sin imposiciones de género. Me parece interesante recorar una carta de Manos Unidas que nos pueden situar en el día de la Mujer Trabajadora en contexto histótico y social que pienso que no debemos olvidar.
8 DE MARZO, DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA

En 1908 la muerte de 129 mujeres en el incendio de una fábrica textil de Nueva York, donde estaban encerradas para reclamar la igualdad de derechos laborales, dio lugar a la instauración del Día de la Mujer Trabajadora. El 8 de marzo conmemoramos este suceso, con él se pretende recordar y potenciar la lucha de las mujeres por sus derechos laborales, sociales y políticos. Acabar con la violencia contra la mujer y conseguir la igualdad real en salarios y trabajo son las dos principales reivindicaciones que se plantean conseguir con la celebración de este día.
En este sentido, las mujeres del mundo en desarrollo cultivan la mayor parte de los alimentos, comercializan gran parte de las cosechas, recogen y transportan la mayor parte del agua y del combustible domésticos y alimentan a la mayoría de los animales. Así, en África, las mujeres y las niñas cultivan más del 80% de los alimentos que consumen y en Asia, muchas mujeres y niñas recogen leña durante más de cinco horas al día.

Mientras, en los países industrializados, las mujeres con trabajo asalariado apenas ganan un 50% de lo que ganan los hombres. Las mujeres suelen trabajar más duramente tanto en los trabajos tradicionales como en los no tradicionales. Incluso las mujeres con carreras profesionales hacen auténticos malabarismos para responder a las despiadadas demandas del mercado y al mismo tiempo cubrir sus propias necesidades y las de sus familias. En la sociedad occidental en la que vivimos, se espera de las mujeres que sean flexibles y, en demasiadas ocasiones, se les exige competir con los hombres situando al trabajo por encima de la familia.

Por otro lado, hay que destacar que la contribución anual de las mujeres sin salario equivale al menos a 11 trillones de dólares. La sociedad, e incluso el mercado, no sobrevivirían sin el trabajo de las mujeres sin salario: en la casa, en el campo, en las empresas familiares, en los lugares de culto, en los barrios, … Su labor, aunque imprescindible, no está reconocida como debiera.

La mujer trabajadora del mundo occidental.

Datos a tener en cuenta:

La actividad laboral femenina ha crecido un 28% en los últimos diez años, pero aún está 24 puntos por debajo de la de los hombres españoles, y 9 puntos por debajo de la que tiene la población femenina en la Unión Europea.
El nivel de desempleo alcanza el 23% entre las trabajadoras, 12 puntos más que el de los hombres españoles y 11 puntos más que el de las mujeres de la Unión Europea.
La contratación temporal entre las mujeres es 3,6 puntos superior a la de los hombres, y la diferencia es aún mayor en un importante número de sectores y comunidades autónomas.
El 61% de las trabajadoras que están en situación de desempleo no perciben ninguna prestación social y las que perciben algún tipo de prestación cobran de media un 21% menos que los hombres desempleados.
La pensión media de la Seguridad Social que perciben las mujeres en un 40% inferior a la de los hombres.
El nivel de paro entre las mujeres jóvenes con estudios secundarios alcanza el 20,8%, con estudios técnico-profesionales el 21% y con estudios universitarios el 14,3%, entre 5 y 8 puntos por encima de los chicos jóvenes.
Del total de inmigrantes registrados, las mujeres son el 47%, el 35% entre los inscritos en la Seguridad Social y el 46% de los que buscan empleo. Y que de las inmigrantes con empleo, el 33% lo tienen en el servicio doméstico.
En el seno de las familias, las tareas domésticas y el cuidado de familiares -infancia y personas dependientes- siguen estando atendidas casi exclusivamente por las mujeres.
La violencia de género se cobró en el año 2000 la vida de 65 mujeres y centenares de lesionadas.
El acoso sexual en el trabajo es un acto de discriminación laboral que han sufrido más del 18% de las mujeres españolas, y que el 51% dice trabajar en un medio laboral hostil y sexista.
Manos Unidas
Un saludo a todos/as
Emilia

Anónimo dijo...

Mercedes, yo tampoco me iría de casa jamás, pero me ha parecido una forma inteligente de tratar el tema en el que nos vemos reflejadas muchas mujeres, madres y trabajadoras dentro y fuera de casa.
Emilia

Marta dijo...

A veces me olvido de lo importante que es delegar y dar responsabilidades a nuestros hijos, a ellos les gusta ayudar y es una forma de pasar el tiempo juntos de una forma productiva ;)Esta carta, aunque no se aplica a mi situación, me lo ha recordado. Gracias Emília y feliz dia de la mujer trabajadora para todas!

Anónimo dijo...

Propongo que el día 8 felicitemos a Emilia, por ser mujer trabajadora, en este caso, de este blog en el que los niños se empiezan a reconocer. Es curioso que mi sobrino Tomás quiera ver todas las noches qué ha pasado en el colegio a través de este cuaderno...

Marisa

Anónimo dijo...

Hola Emilia.
Esta carta me llegó por mail, es preciosa, también la he publicado en mi blog.

Felicidades en este día y en todos los días del año.

Un beso.
Helena.