jueves, 6 de marzo de 2008

LOS NÚMEROS Y LOS MÚSICOS DE BREMEN: el nº 6

EL SEIS
¿Os acordáis de los músicos de Bremen? ¿Cuántos eran?
Y el ladrón ¿qué hacía?
Al poco rato llegó otro ladrón. Éste era más delgado. También llevaba antifaz, pero su gorra no era roja, sino verde.
– ¡Ya está aquí el resto del botín! –dijo. Y los dos se dispusieron a cenar.
Los cuatro animales idearon un plan para echar a los ladrones de la casa: el burro colocó las patas en la ventana, el perro se subió encima del burro, el gato se encaramóencaramó sobre el perro y el gallo saltó encima de la cabeza del gato.
Al oír un ruido, el burro rebuznó, el perro ladró, el gato maulló y el gallo cantó. Al escuchar tanto ruido, los ladrones se asustaron, saltaron de su silla y salieron
corriendo al bosque cercano, dejando abandonados los sacos con el botín.
Los cuatro amigos abrieron el saco y quedaron asombrados:
–¡Un tesoro! –exclamó el gallo.
Quisieron devolverlo, pero no encontraron a sus dueños y no pudieron hacerlo, y, como los ladrones se habían creído
que en la casa vivía una horrible bruja, nunca más volvieron
por allí. Por eso el burro, el perro, el gallo y el gato se quedaron a vivir en ella para siempre. En el armario de la cocina tenían siempre seis cosas: el tambor, la trompeta, la guitarra, el saxofón y los dos sacos del botín. Eran sus tesoros. ¡Ah! Los cuatro músicos se pasaban las tardes tocando con sus instrumentos melodías tan hermosas que los animales del bosque acudían a escucharlos. Y colorín, colorete, por la chimenea salió un cohete.

1 comentario:

Emilia dijo...

Hemos terminado el cuento y ningún comentario sobre él. Sin embargo, me ha servido enormenente con mis niños/as. Hemos trabajado un montón de conceptos con las aventuras y desventuras de los pobres animalitos. No nos hemos olvidado de la educación en valores. Por ello, hemos recordado a nuestros abuelos que ahora nos necesitan.