EL TRES
¿Os acordáis del burro tamborilero y del perro trompetista?
Pues continuaron por el camino y, al poco rato, se encontraron con un gallo en el camino. Tenía las plumas sucias, muy sucias, y caminaba con pasitos cortos mientras cantaba tan fuerte que parecía que se le iba a romper la garganta.
El gallo les dijo:
–¡Qué injusticia! Toda una vida trabajando de despertador y mañana piensan echarme en la sopa. Y esto, después de diez años levantándome antes de que saliese el sol para que el amo pudiera empezar a trabajar, diez años levantando a todos los animales de la granja, aguantando sus quejas porque les parecía muy temprano,siempre les parecía muy temprano. Diez años soportando las pesadas bromas que me gastaban como venganza. Pero todo ha sido igual, para el amo soy muy viejo y el ama ha decidido hacer sopa con mis huesos. Por eso ahora canto hasta desgañitarme, canto mientras puedo.
Entonces, el burro le dijo:
–¿Es que no tienes cerebro debajo de esa cresta? Vente con nosotros a Bremen, vamos a ser músicos de la banda municipal.
–¿Músicos? –preguntó el gallo–. Eso suena bien. ¡Con lo que a mí me gusta tocar la guitarra!
–Entonces no lo pienses más, coge tu guitarra y seremos tres músicos –le dijo el perro.
Y los tres animales se pusieron en camino cantando
una alegre canción.
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