¿Os acordáis del burro? ¿Por qué había decidido irse de
la granja?
Pues al poco rato de irse de la granja se encontró con un perro de caza en el camino y le preguntó:
–Amigo, ¿por qué corres con la lengua fuera?
–Porque soy viejo y mi amo quiere matarme. Durante diez años estuve a su servicio: guardaba la casa de los ladrones, defendía a las gallinas contra el zorro, me enfrentaba
a los lobos que atacaban a las ovejas... Mira esta enorme cicatriz en mi vientre; me la hizo el lobo más grande y feroz que puedas imaginar; ¡tardé más de un mes en recuperarme! Y eso no es todo: acompañaba a sus hijos al colegio, al ama al mercado y, todos los domingos, salíamos mi amo y yo a cazar perdices. Pero ayer por la noche les escuché decir que tenían que matarme porque ya estoy viejo y cansado. ¡Viejo y cansado!
El burro escuchó todas las desgracias del perro y dijo:
–Compañero, ¿sabes tocar algún instrumento musical?
–¡Pues claro! –contestó rápidamente el perro, mientras se le iluminaban los ojos–. Tengo mi trompeta guardada detrás de estas piedras. Como no me dejaban ensayar, siempre la escondo cuando llegan desconocidos.
– ¡Qué suerte! –exclamó el burro–. Precisamente voy a Bremen para tocar en la banda municipal. Vente conmigo, seremos dos músicos maravillosos; yo tocaré el tambor y tú la trompeta.
Y los dos animales se pusieron en camino cantando una alegre canción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario